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Foto del escritorMANU FRANCO

Los cuatro lugares más valorados por Manu Franco este verano

Actualizado: hace 6 días

En otra vida recuerdo que cuando escribía en el periódico, a veces en la soledad rodeada de gente de un avión o en un café o incluso en la redacción, pensaba si alguien me leería. Sabía que sí, pero es cierto que el público no estaba delante.


Ahora, en nuestro restaurante, me estoy dando cuenta de que sí había gente al otro lado y son muchos los que vienen a ser felices a casa porque una vez sintieron algo al leer mis crónicas en el periódico y me doy cuenta de que aquello que pretendía, hacer sentir al que lo leía, se convertía en realidad. Me vino a la mente esta circunstancia cuando mi equipo de comunicación me pidió que compartiera sitios, experiencias, lugares especiales que haya vivido este verano. ¿A quien le va a importar? Quizá hay alguien… por si acaso, ahí van.


En todos ellos me he sentido y me siento identificado por algo. Han sido unos días de vacaciones extraños porque no he podido estar con mi familia tanto como quisiera, pero ha sido por algo bueno, deseos que se cumplen… sí, vais a tener que leer hasta el final de la segunda entrega ;)


Un sueño

Quique Dacosta restaurante

Soñar, entrar en un universo diferente, en el que te sientes especial, único, solo con cruzar la puerta y ver como un ejército de personas empiezan a mimarte, a estar pendientes de cada detalle y entonces aparece como la estrella que es, el tal Quique Dacosta: uno de los mejores cocineros del mundo y una de las personas más especiales que conozco, de la que tengo el privilegio de ser amigo. Quique Dacosta lleva trabajándose la suerte tres décadas, estudiando, cocinando, probando, inventando, iluminando un lugar como Dénia, al que ha transformado gastronómicamente hablando y ha puesto la Comunidad valenciana en el mapa mundial de la alta cocina. Esto es un hecho.


Era mi sexta visita a este templo y de nuevo consiguieron emocionarme, fue pura inspiración y sentimiento. El menú Por amor al arte, tiene algunos platos que son auténtica fantasía. Quique Dacosta es un lugar que hay que visitar al menos una vez en la vida y si es posible aún mejor, una vez por temporada. Para mí esta casa es un referente, un espejo en el que mirarme y al que intentar parecernos. No es fácil, es casi imposible pero siempre hay que confiar y fijarte en lo que hacen los mejores. Quique Dacosta restaurante fue el primer restaurante de la era moderna, más allá de Zalacaín, que consiguió tres estrellas Michelin fuera de Cataluña y el País Vasco y ahora tiene todo un imperio de restaurantes con siete estrellas en total. Impresiona decirlo. Además siempre tengo la oportunidad de charlar un rato con el jefe, de recibir sus consejos y sabias palabras y apreciar el gran trabajo de Carolina Álvarez en cocina. Esta casa es un sueño y a mi siempre me ha gustado soñar…




La hospitalidad de un hotel

Molino de Alcuneza

Un lugar mágico, repleto de comodidades, como estar en casa si mi casa fuera así de bonita… Mis primeros días de vacaciones fueron en ese lugar tan acogedor, era como estar en familia rodeado de personas que me quieren y a las que quiero, Inés, Blanca, Samuel.. son personas a las que conozco desde hace años, desde que era periodista y fuimos a Molino por primera vez y que me han ayudado mucho en esta nueva etapa. Molino de Alcuneza está al lado de Sigüenza, a poco más de una hora de Madrid y es un sitio único, con una decoración elegante, rodeado de vegetación y agua. En medio de esta España vaciada que tanto queremos, unos locos soñadores crearon un hotel Relais Chateaux y han conseguido un restaurante con estrella Michelin - y estrella verde- y Sol Repsol. Increíble, pero justo y merecido. Mucho. Allí pude disfrutar de un menú degustación repleto de sabor, historia… emoción, dormir en una cama ultra cómoda -qué importante es esto-, leer tranquilamente al lado de la piscina, caminar por sus alrededores, visitar Sigüenza (no os perdáis Rayuela, un café librería, muy interesante, más allá de todo lo evidente de esta ciudad), y charlar con mis amigos sobre la vida, los clientes, el futuro… y algo más, ver las estrellas en un cielo que quedará para siempre en mi recuerdo.



La memoria de un restaurante

Kaleja Málaga

Cocinamos la memoria, dicen en Kaleja y ahí ya me sentí en casa. Podría decir que es uno de los restaurantes más especiales y diferentes que he encontrado en mucho tiempo. El menú Gran Memoria, de Dani Carnero, rodeado de un gran equipo tanto en cocina como en sala, con dos apasionados de su trabajo de cuyo nombre no logro acordarme, pero su clase y calidad quedaran para siempre en mi mente. Ese menú, decía, es emocionante. Y lo que yo busco en un restaurante, más allá de comer bien, es que me emocione.


Kaleja es una palabra que se podría traducir por callejón y así está cerca de la catedral de Málaga esta casa con estrella Michelin y dos soles Repsol, muy muy merecidos en ambos casos. Podría decir que me gustaron todos los platos, algunos me parecieron excepcionales, sobre todo los que parten de recetas antiguas de la zona, reconvertidas en platos de alta cocina. No olvidaréis su pimiento asado, no puedo decir más. Aquí no te vas a aburrir: 16 bocados por 125 euros y otro menú algo más corto por 90. Es un precio más que ajustado para lo que está por venir y lo que vais a disfrutar. Junto a Quique Dacosta e Ivan Cerdeño pasa a ser uno de mis favoritos. Un sitio que es inspiración y aprendizaje.




Otra recomendación en Málaga: La Cosmo. Allí comí una ensaladilla rusa que te traslada a los recuerdos y la mejor tarta de chocolate que nunca he probado. Felicidades.


Un chiringuito familiar

A ponent

Viajamos a mi paraíso, el segundo lugar en el que mejor me siento en el mundo: Dénia. Y si hablamos de un chiringuito, os recomiedo A ponent, en la carretera de las Marinas en Les Fonts, Playa de les Bovetes, al lado del agua, en el mismo mar Mediterráneo, ponerte en manos de los hermanos Fluxa, Sergio en sala y Juan Carlos en cocina, comerte un arroz de rape y piquillos o un meloso de bogavante, con unas puntillas, ensalada y unas sardinas asadas para terminar con una torrija con helado de turrón y una mistela para brindar. Comer en la brisa del mar.


Un lugar emocionante, un restaurante familiar que además tiene un cuadro homenaje a Pepa, la madre de los hermanos Fluxá, que se llama igual que la mía y tiene una historia parecida.


Disfrutad cuando vayáis y dar recuerdos…





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